Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

viernes, noviembre 10, 2006

Cómo prevenir y curar las quemaduras

Las quemaduras, por definición, implican el contacto o exposición del organismo humano con el calor; pueden estar causadas por múltiples agentes, como el fuego, líquidos calientes, cáusticos, electricidad o el sol. Las situaciones en las que se pueden producir son también variadas, siendo los accidentes domésticos los más habituales. Según datos aportados por la revista Tiempos Médicos, hasta el 60% de las quemaduras que se atienden en los hospitales se producen en el hogar. La razón de ello radica sobre todo porque en casa se encuentran los sujetos más propensos a quemarse y porque las actividades que se desarrollan son, igualmente, desencadenantes en muchos casos de riesgos en este sentido. La cocina es uno de los lugares más peligrosos; tanto la presencia de un niño en este espacio como un pequeño descuido mientras se hace la comida son situaciones en lo que lo raro es no sufrir quemaduras. Si el niño manipula alguna sartén, se puede verter el aceite caliente encima; si se deja una plancha caliente encima de la mesa o no se utilizan manoplas para manejar un horno caliente, puede quemarse las manos; si un cable está en mal estado y se manipula inconscientemente, puede producirse un cortocircuito y, seguidamente, una quemadura eléctrica.
Pero no sólo hay que tener cuidado con los aparatos eléctricos y el fuego, sino también con los productos de limpieza. La toxicidad de la mayoría de estos productos es un verdadero peligro para todos, pero todavía más si cabe para los niños; las quemaduras cutáneas y las producidas por la ingestión de sustancias químicas son muy habituales en los niños, sobre todo entre los 2 y 3 años. Cualquier precaución es poca cuando hay niños o ancianos en casa, pero incluso uno mismo puede incurrir en serio riesgo si no se es consciente de cada tarea en el hogar: es mejor no dejar la comida en marcha mientras se habla por teléfono o se sale de casa, aunque sea a fuego lento; tampoco hay que manipular electrodomésticos en mal estado o utilizar el alcohol como sustancia para avivar un fuego (en una parrillada o una chimenea, por ejemplo).
Para empezar, puede tomar una serie de medidas en su casa con las que consiga reducir los riesgos a la menor expresión:
Recintos e instalaciones
-Colocar detectores de fuego y de humo.
-Mantener en buenas condiciones las instalaciones eléctricas, no sobrecargarlas y calibrar los fusibles.
-Tener extintores en la cocina y cerca de las chimeneas.
-Los calentadores deben controlar la salida de agua a más de 55ºC.
-Los muebles de cocina deben dificultar el acceso del niño a las fuentes de calor, enchufes, etc. Incluso hay que eliminar taburetes para evitar que el niño se suba.
-La cocina debe disponerse de tal forma que al niño le sea imposible alcanzar los recipientes que estén en el fuego.
-Si tiene chimeneas, debe colocar alguna pantalla metálica o algo similar para proteger el salto de las llamas al exterior y el acceso de los niños al fuego.
-No hay que olvidarse de apagar el fuego del hogar antes de irse a dormir.
Ropa
-Es mejor llevar ropa no inflamable cuando se está en casa, especialmente cocinando.
-También hay que vestir a los niños con tejidos menos tendentes a prender llama, incluso para dormir.
-Hay que evitar que los niños puedan estirar manteles, paños de cocina, etc. cuando hay una llama o fuente de calor cerca.
-No poner nunca a secar la ropa encima de estufas eléctricas. Cuando la prenda se calienta lo suficiente, puede prender llama y ocasionar un cortocircuito.
Electrodomésticos y utensilios
-Cuando cocinamos, el mango de sartenes y otros utensilios de cocina han de estar dirigidos siempre hacia dentro.
-Utilice manoplas y tapas de sartén para cocinar y evitar las salpicaduras de aceite caliente.
-Los electrodomésticos calefactores, tales como estufas o radiadores eléctricos deben tener protegida la resistencia.
Actitudes
-No se debe fumar nunca en la cama, y se recomienda el uso de ceniceros de pie y con tapa.
-No deben dejar nunca solos a los niños en casa.
-Hay que mantener fuera de su alcance y a buen recaudo cerillas, encendedores, productos inflamables o de limpieza, etc.
-Se recomienda tener a la vista el número de teléfono de los bomberos, la policía y un hospital.
-No transportar un líquido caliente de un sitio a otro por la casa si el niño puede hacer tropezar al adulto.
-Procurar que los ancianos no se duerman en una mesa camilla que tenga un brasero o una estufa debajo.
Las quemaduras, de todas formas, no son todas iguales. Según el baremo internacional de profundidad en tres grados, las quemaduras se dividen en diferentes tipos y a cada grado corresponde una actuación concreta de primeros auxilios:
PRIMER GRADO/LEVES
-Características: Lesión de la capa más superficial de la piel (epidermis), que se enrojece de inmediato; no se rompe la capacidad protectora antimicrobiana de la misma y las lesiones son muy dolorosas. No suelen producir secuelas permanentes y se curan a los 5 días.
-Primeros auxilios: enfríe inmediatamente la quemadura con agua durante, al menos, 10 minutos. Se ha demostrado que con ello baja la temperatura en la zona quemada y hace que la profundidad de la quemadura sea menor. Así aliviamos el dolor. Una vez cumplido esto, secar la zona con una gasa esterilizada y colocar una gasa del tipo Tulgrasum o Linitul debajo de un suave vendaje de gasa normal.
-Caso especial: si la quemadura se ha producido por el sol, el aplique de agua fría también sirve. Se pueden tomar antiinflamatorios y procurar paliar el estado de deshidratación si existe; además, hay que procurar ropa ligera al paciente y reposo.
SEGUNDO GRADO
-Características: Este tipo de quemaduras destruyen la epidermis, vuelven la piel rojiza y aparecen ampollas. Son también muy dolorosas, y sobre todo en el ejercicio de presión en la zona.
-Primeros auxilios: Hay que procurar por todos los medios que las ampollas no se rompan; después de refrescar la herida, se debe buscar atención médica inmediata. Se puede aplicar alguna pomada o gasa como en el caso anterior pero, si la quemadura es extensa, siempre hay que acudir inmediatamente a un servicio de urgencias.
TERCER GRADO
-Características: La quemadura destruye todo el espesor de la piel, su aspecto es pálido y se observa la piel carbonizada. Son indoloras y no palidecen por la presión.
-Primeros auxilios: Si todavía existen, apagar las llamas del accidentado; refrescar las heridas y envolver las heridas con paños limpios, humedecidos en suero, agua oxigenada o agua. En este caso tampoco deben aplicarse pomadas u otras sustancias. No hay que retirar ni los restos de ropa ni reventar las ampollas. Es imprescindible trasladar inmediatamente al enfermo a un hospital.