Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

jueves, noviembre 02, 2006

La artritis reumatoide

Es una enfermedad generalizada de tipo inflamatorio crónico que se caracteriza por una destrucción progresiva de las articulaciones, los ligamentos y las vainas que recubren a los tendones.
El origen de la enfermedad se desconoce, aunque se piensa que el mecanismo que desencadena la enfermedad es de tipo autoinmune. Es decir, el organismo reconoce como extraños sus propios tejidos y los ataca con anticuerpos destruyéndolos. Esta enfermedad puede afectar a todas las articulaciones, pero especialmente a las articulaciones pequeñas como las de las manos y las de la columna cervical. Las articulaciones se inflaman gravemente con gran tumefacción, aumento de calor y rigidez. El dolor al mover las articulaciones es muy importante y en los casos más avanzados aparecen deformidades muy severas que precisan, en la mayoría de los casos, múltiples operaciones.
La afectación de las primeras vértebras cervicales produce su destrucción y puede llevar a casos muy graves de inestabilidad del cuello, corriéndose el riesgo de acabar incluso sufriendo una tetraplejia. La región dorsal y la lumbar se ven afectadas en menor medida y con lesiones menos graves.
Diagnóstico
El diagnóstico de esta enfermedad se basa en pruebas de laboratorio como son las pruebas reumáticas, por ejemplo la prueba de la fijación del látex, y en la radiología simple.
Tratamiento
El tratamiento de esta enfermedad es muy complejo y abarca desde los antiinflamatorios y los corticoides, hasta las sales de oro, en un intento de frenar la destrucción de las articulaciones disminuyendo la inflamación. También se utilizan la rehabilitación en todas sus formas y la cirugía de corrección de las deformidades y de las secuelas.