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viernes, noviembre 17, 2006

La esperanza media de vida de un paciente con VIH es de 24 años

En las últimas dos décadas la esperanza de vida de los enfermos de sida ha aumentado casi 15 años en los países desarrollados, gracias a la aparición de tratamientos más eficaces para controlar la infección. Sin embargo, estos fármacos también han incrementado el gasto por paciente.
Un estudio, publicado en 'Medical Care', estima que un individuo diagnosticado de sida puede llegar a vivir en la actualidad 24 años con la terapia adecuada, mientras que a principio de los 90 la longevidad de estos pacientes no superaba los 10 años. La aparición de modernos antirretrovirales a partir de 1996 ha convertido lo que antes era una sentencia de muerte, el diagnóstico por VIH, en una enfermedad crónica.
Los autores de la investigación, que han analizado los datos de 7.000 pacientes de diferentes clínicas de Estados Unidos, concluyen que hoy día un individuo al que le diagnostican que padece el sida puede vivir más de dos décadas. "Es muy agradable ver estos datos por escrito", explica Carlos del Rio, codirector del Centro de Investigación sobre sida de la Universidad Emory. "Realmente se trata de un escenario muy optimista", añade Jennifer Kates, directora de políticas sobre VIH de la Fundación Kaiser Family.
Pero al mismo tiempo que han aumentado los años de vida para estos pacientes, también ha crecido el gasto sanitario que generan, "porque las terapias más eficaces son las más caras", indica Bruce Schackman, profesor en la universidad de Cornell y principal autor del trabajo.
Según la investigación el coste del tratamiento por paciente en Estados Unidos es de 600.000 dólares (unos 470.000 euros) a lo largo de su vida. El gasto anual asciende a unos 25.200 dólares (aproximadamente 20.000 euros) por persona, lo que supone un 40% más que en la década de los 90. De estas cantidades, el 73% de los costes corresponde a la medicación antirretroviral, el 13% a los cuidados de los pacientes dentro del hospital, el 9% a los cuidados extrahospitalarios y un 5% a los fármacos para otras enfermedades relacionadas con el VIH y a los costes de laboratorio. Estas cifras son equivalentes a los gastos que generan las enfermedades coronarias y otros trastornos crónicos, sobre todo en mujeres, que cuestan más dinero a la sanidad porque viven más, explican los investigadores.
Estos datos optimistas sobre el VIH en los países desarrollados no pueden aplicarse a África, que vive una realidad muy poco favorable para sus habitantes. El último informe sobre el Desarrollo Humano presentado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que la esperanza de vida en el África subsahariana ha sufrido un "retroceso catastrófico" por culpa del sida.
El PNUD afirma que Botsuana ha retrocedido 20 años su esperanza de vida, que se sitúa ahora en 34,9 años, mientras que 16 años se han perdido en Suazilandia y 13 en Lesoto y Zambia.