El término otitis (del griego ous, oto: oído e itis: inflamación) se utiliza para anotar la inflamación, ya sea aguda o crónica del oído.
Otitis externa
Es la inflamación de la piel que recubre el conducto antes de llegar al tímpano. Esa porción del oído se denomina oído externo o conducto auditivo externo (CAE) y su inflamación o infección determina el dolor de oídos. Puede ser causada por bacterias u hongos, pero también puede estar relacionada a procesos dermatológicos, tanto locales como sistémicos. El eritema y el edema del conducto auditivo externo son los signos más característicos y puede estar relacionado con salida de secreciones, entre ellas pus (secreción blanquecina).
Dicha infección acontece generalmente en verano y está muy relacionada con el baño en las piscinas, por lo que se presenta con frecuencia en nadadores y personas jóvenes. En estudios recientes se ha encontrado que el dolor y la molestia asociada a esta patología deshabilita a una persona por aproximadamente cuatro días, 36% de los pacientes con otitis externa necesita reposo en cama. El tratamiento de esta patología es importante, ya que un tratamiento incompleto puede conllevar infección de tejidos circundantes, especialmente en pacientes inmunosuprimidos.
Factores de riesgo (Precipitantes)
- Humedad
- Natación
- Perspiración
- Humedad excesiva
- Altas temperaturas
- Remoción mecánica del cerumen
- Inserción de cuerpos extraños
- Palillos de algodón (hisopos)
- Uñas
- Audífonos
- Tapones de oídos
- Trauma directo al canal auditivo externo
- Enfermedades dermatológicas crónicas
- Eczema
- Psoriasis
- Dermatitis seborreica
- Acné
Etiología
La primera causa de la otitis externa es la infección bacteriana. En un 10% podemos encontrar infección por hongos como la causa de la infección. En un grupo menor se puede desarrollar la otitis externa secundaria a enfermedades dermatológicas asociadas.
Igual que en otras partes del cuerpo, la piel del canal auditivo tiene una flora normal, que se mantiene libre de infecciones hasta que es alterada. Las bacterias que con mayor frecuencia se encuentran en estas infecciones son: Pseudomona aeruginosa y Staphilococus aureus.
En el caso de las infecciones micóticas, sólo se encuentran en un 10% de las otitis externas. Los agentes micóticos que con mayor frecuencia se encuentran involucrados son el Aspergillus, seguido por Cándida. Por lo general, las infecciones micóticas son el resultado de tratamientos prolongados de otitis externas bacterianas.
Es común encontrar infecciones mixtas (bacterianas y fúngicas). Sin embargo, los hongos se encuentran también como patógenos primarios de las otitis externas, sobre todo en los casos donde se presenta extremada humedad.
Sintomatología
La otitis externa, sin importar cuál sea su agente etiológico, se presenta como una molestia, picazón y/o dolor en el conducto auditivo externo afectado. Es común encontrar edema y eritema del pabellón auricular.
Por lo general los pacientes con esta afección pueden presentar dolor exquisito asociado a la movilización del pabellón auricular o asociado a la masticación.
Se pueden encontrar secreciones, las cuales pueden ir desde claras o blanquecinas (infecciones micóticas) hasta purulentas (infecciones bacterianas).
Tinitus (sonidos auditivos) pueden presentarse y en los casos en los que hay gran edema del conducto, la hipoacusia es una de las posibilidades (déficit auditivo o sordera parcial). El paciente con otitis externa puede presentar fiebre, que por lo general no sobrepasa los 38.3 grados centígrados. En el caso de las infecciones por hongos, las secreciones óticas son, algunas veces, la única pista de la presencia de una infección. Sin embargo, en estos casos suelen presentarse los otros síntomas ya mencionados como patognomónicos de la patología.
Tratamiento
La otalgia (dolor de oído) asociada a la enfermedad puede ser realmente incapacitante. Por lo general, se inicia el tratamiento con analgésicos como acetaminofén y aspirina, con mayor tendencia al uso de los anti inflamatorios no esteroides, debido a su acción anti inflamatoria adicional. En algunos casos puede que sea necesario el uso de analgésicos sistémicos como codeína.
El uso de antibacterianos tópicos es la elección. La acidificación del canal auditivo con ácido acético al 2% (vinagre) es, por lo general, efectiva. Sin embargo, gran variedad de antibióticos tópicos de gran espectro está disponible para el tratamiento de la otitis externa.
La adición de esteroides tópicos ayuda a disminuir la inflamación del canal auditivo más rápido. Sin embargo, no hay estudios que garanticen su beneficio. Es más, algunos consideran que el uso de esteroides podría predisponer a sensibilización del canal auditivo a sobre infecciones locales.
El tratamiento antibiótico será dado por un período de cinco a siete días, es decir, al menos unos tres o cuatro días más de tratamiento luego de resueltos los síntomas. En algunos pacientes el tratamiento será instalado por 10 a 14 días, dependiendo de la respuesta al mismo.
El uso de antibióticos sistémicos es raro, pero necesario en algunos casos: En pacientes con otitis externa y otitis media, asociada a infecciones de las vías respiratorias altas. También en pacientes inmunosuprimidos, como los diabéticos y aquellos con tratamientos con corticosteroides por largo tiempo y en los pacientes con infección de tejidos blandos periféricos asociada, no es cuestionable el uso de antibióticos sistémicos.
En el caso de infecciones por hongos, la limpieza del canal auditivo por aspiración, junto con la acidificación del canal, con gotas de 3 a 4 veces por día, suele ser suficiente. El uso de antimicóticos será decisión del médico tratante, dependiendo de los hallazgos en el examen físico y la sintomatología que presente el paciente.
¿Qué antibiótico se utilizará para el tratamiento?
Es una decisión que tomará el médico, basándose en los hallazgos obtenidos y sus consideraciones con respecto a cada paciente atendido. Por lo general, las gotas óticas se utilizan a razón de 3-4 gotas cada cuatro horas, dependiendo del medicamento ordenado.
Complicaciones
La otitis externa puede presentar complicaciones que ponen en peligro la vida del paciente. Aunque son muy poco frecuentes, sobre todo si se aplica el tratamiento de manera adecuada, debemos mencionarlas para crear conciencia de las posibles consecuencias.
La otitis externa maligna o necrotizante es una complicación que se caracteriza por la afección de la mastoides o del hueso temporal. Es realmente una osteomielitis del hueso afectado. Se presenta con mayor frecuencia en
pacientes mayores, diabéticos o inmunosuprimidos (como los pacientes con VIH). Es difícil de tratar, con mortalidades que pueden llegar hasta un 53%.
Esta afección debe ser sospechada cuando, a pesar del tratamiento, el paciente presenta otalgias y cefaleas mucho más severas y desproporcionadas con respecto a los signos observados.
La forunculosis focal es otra de las probables complicaciones de esta patología. Generalmente se desarrolla en el tercio externo del conducto auditivo. Es considerado un absceso, el cual deberá ser drenado. Igualmente se instalará el tratamiento tópico dirigido al patógeno más común: Staphilococus aureus. En algunos casos, cierto grado de infección e inflamación se mantienen en el canal auditivo afectado, lo que se debe al uso prolongado de antibióticos y esteroides. Por lo general, la acidificación del conducto auditivo es suficiente tratamiento, junto con el uso de esteroides para combatir la inflamación.
¿Cuándo debe ir al médico?
El médico es la persona idónea para diagnosticar y tratar esta patología. Si bien es cierto que a las primeras molestias de picor en el canal auditivo externo pudiera utilizarse ácido acético (vinagre) para acidificar el área y obtener así excelentes resultados, existen casos en los cuales se deberá consultar a un médico:
Inflamación de los tejidos periféricos al oído afectado. Presencia de linfadenopatías (ganglios). Salida de secreción por el oído afectado. Afección de la audición. Fiebre mayor de 38.5 grados centígrados. Si no hay mejoría con el tratamiento básico inicial en casa. Tratamiento por más de cuatro días, sin mejoría del cuadro inicial. Cuando el paciente sea un niño. Cuando hay enfermedades sistémicas asociadas a la patología.
Recuerde
Su médico de cabecera es una persona preparada para el tratamiento de esta patología. Sin embargo, habrá casos en los que el paciente ameritará evaluación especializada, en cuyo caso será el otorrinolaringólogo el más indicado. Su médico de cabecera tomará la decisión sobre si es necesario o no la evaluación especializada.
No se automedique, ni utilice medicamentos recetados por la vecina, la tía o la amiga de la mamá. Su vida y la de los suyos es valiosa, y el uso inadecuado de medicamentos puede traer consecuencias serias.