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martes, diciembre 11, 2007

Tan sencillo como lavarse las manos

Un estudio ha revelado que el uso de vacunas y fármacos antivirales será cada vez más insuficiente para detener la expansión de virus respiratorios y que los métodos más sencillos y económicos como lavarse las manos y utilizar máscaras, guantes y batas, serían más efectivos que los medicamentos a la hora de prevenir la expansión de virus respiratorios, como los de la gripe y el SARS.
En un análisis de 51 estudios, los expertos han hallado que las medidas simples y de bajo costo deberían tener mayor prioridad en los planes nacionales de contingencia ante una pandemia. "Cada vez más la evidencia sugiere que el uso de vacunas y fármacos antivirales será insuficiente para detener la expansión de la influenza", indican los autores en el informe.
Los 51 estudios comparan varias intervenciones para prevenir la transmisión de virus respiratorios de animales a humanos y entre personas, como el aislamiento, la cuarentena, el distanciamiento social, las barreras, la protección e higiene personales, con no hacer nada u otro tipo de enfoques. El equipo excluyó las vacunas y los medicamentos antivirales. Los investigadores han hallado que lavarse las manos y colocarse máscaras, guantes y batas eran individualmente los métodos más efectivos de prevenir el contagio de virus respiratorios y que, combinados, eran aún más eficaces. "Esta revisión sistemática de investigaciones disponibles provee algunas perspectivas importantes (...) Hay, por lo tanto, un claro mandato de realizar ensayos amplios para evaluar las mejores combinaciones", escribe el grupo de científicos.
Otro estudio, publicado en la revista 'Cochrane Library', ha hallado que lavarse las manos sólo con agua y jabón sería una forma fácil y efectiva de limitar la expansión de virus respiratorios, desde los más cotidianos hasta las letales cepas pandémicas. Los expertos están advirtiendo desde hace tiempo que el mundo está al borde de una nueva pandemia, pero añaden que no pueden especificar qué cepa será la causante. El virus H5N1 de la gripe aviaria, que provocó la muerte de más de 200 personas en todo el mundo desde su resurgimiento en el año 2003, es considerado el principal sospechoso.