Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

miércoles, octubre 10, 2007

Un medicamento contra la epilepsia ayuda también a los alcohólicos

Un medicamento recetado para los pacientes que sufren ataques de epilepsia y migrañas podría ayudar a los alcohólicos a abandonar este hábito, según señala un estudio divulgado en el Journal of the American Medical Association (JAMA).
El informe destaca que con un tratamiento durante 14 semanas de la droga Topamax, los grandes bebedores son capaces de reducir la cantidad de alcohol que consumen y aumentar el número de días en los que se mantienen totalmente sobrios.
Los resultados sugieren que el medicamento puede ser una herramienta necesaria para los alcohólicos que se encuentran en la etapa más dependiente y los ayudaría a hacer frente a los motivos que los llevaron a caer en este vicio.
"Esta es una buena noticia para las personas en crisis", señala el profesor Bankole Johnson, principal autor del estudio y director del Departamento de Psiquiatría y Ciencias Neuroconductistas de la Universidad de Virginia (este). "Éste es un medicamento que pueden obtener de su médico, lo que significa que pueden recibir tratamiento en la comunidad, en vez de tener que abandonar sus trabajos y sus familias en busca de tratamiento en un instituto de rehabilitación", agrega.
Johnson precisa que esta droga reduciría la ansiedad por el alcohol, al tratar el desequilibrio de los neurotransmisores en el cerebro que se han visto afectados por el consumo durante largos períodos.
Un total de 371 alcohólicos participaron en el estudio, que se prolongó 14 semanas. Previamente, los participantes declararon que bebían 24 días de 30, y se mantenían sobrios sólo tres días al mes. Y que en sus malos días llegaban a consumir alrededor de una botella y media de vino o doce cervezas diarias.
La mitad de ellos recibió 300 mg de Topamax por día, y el resto un placebo. Todos asistieron a 15 minutos de charlas por semana con una enfermera que los alentaba a continuar con el programa. Al finalizar el tratamiento, quienes fueron tratados con Topamax lograron reducir su consumo a 3,5 copas de vino por día ó 3,5 latas de cerveza, aumentando la cantidad de días que se mantienen sobrios: 16 ó 17 al mes contra tres. (El grupo tratado con el placebo también señaló avances, pero aquellos que recibieron la medicación disminuyeron su consumo diario cuatro veces más.)



martes, octubre 09, 2007

La medicina prueba científicamente que se puede morir de amor

Roberto De Vogli, epidemiólogo del University College de Londres (Inglaterra), ha dirigido durante 12 años un estudio sobre la importancia de las relaciones afectivas y el apoyo emocional y es que no sólo los autores de novelas románticas y de guiones de películas melodramáticas, sino incluso los médicos, han sospechado siempre lo que acaba de descubrir un estudio realizado entre personas casadas en el Reino Unido: se puede morir de amor.
La investigación, publicada en Archives of Internal Medicine, revela que el estrés y la ansiedad que generan las relaciones hostiles puede aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca. Las posibilidades de padecer un ataque al corazón o dolor en el pecho se incrementaban un 34 por ciento, frente a las de las personas que se llevaban bien con su esposo/a o compañero/a. Resulta que según los autores del estudio, la condición cardíaca de una persona parece estar influida por las relaciones íntimas negativas. "Mostramos que los aspectos negativos de las relaciones cercanas están asociadas con la enfermedad coronaria", agregan.
Hasta ahora pocos estudios habían observado cómo las relaciones íntimas o el matrimonio pueden afectar la salud. Los expertos analizaron a personas que completaron cuestionarios sobre los aspectos negativos de sus relaciones. Las preguntas apuntaban a esclarecer si las personas tenían apoyo emocional, la posibilidad de hablar con alguien sobre sus problemas o si podían contar con su compañero o un amigo cercano. El equipo ha descubierto que las personas que sufren peleas, críticas y otro tipo de conflictos suelen tener un 34 por ciento más de riesgo de padecer ataques cardíacos o dolor de pecho. Una vez descartados otros factores de riesgo como la obesidad, el tabaquismo, el alcoholismo y los antecedentes familiares, las posibilidades de sufrir un ataque al corazón aún eran un 23 por ciento mayores. "Si una persona está rodeada de buena gente es bueno para su salud", señala Roberto De Vogli. "Si la rodean personas negativas es mucho peor para su salud", agrega.