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domingo, julio 06, 2008

Cómo mantener la salud ocular en base a la alimentación

Una alimentación adecuada no sólo beneficia la salud en general, sino que también se extiende a la salud ocular, especialmente en la medida que envejecemos. También se pueden consumir ciertas vitaminas y nutrientes que, según numerosas investigaciones, alimentan y protegen la integridad de los ojos. A continuación, un resumen de esos descubrimientos.
Las frutas pueden reducir los riesgos de degeneración macular progresiva (AMD, por sus siglas en inglés). Un estudio realizado por el Laboratorio Channing de la Escuela de Medicina de Harvard, indica que las personas que consumen una dieta diaria con varias raciones de frutas pueden reducir los riesgos de padecer AMD a edad avanzada. El estudio comparaba la ingestión de vitaminas antioxidantes y carotenoides (como el beta caroteno) así como de frutas y vegetales entre las personas de avanzada edad participantes, descubriendo que quienes consumieron tres o más raciones de fruta por día durante un período de 12 a 18 años, redujeron los riesgos de padecimiento de degeneración macular progresiva en más del 30 por ciento, en comparación con los que consumieron 1.5 raciones diariamente o en una frecuencia menor.
La vitamina A reduce la ceguera nocturna. Una dieta carente de vitamina A puede llevar a la ceguera nocturna, un deterioro de las células sensibles a la luz (vástagos) esenciales para la visión ante una iluminación reducida. Esta deficiencia también puede provocar daños extensos a la córnea, y puede ocasionar ceguera total. Una investigación realizada por el Dr. Alfred Sommer, oftalmólogo, halló un vínculo de la insuficiencia de vitamina A (retinol) con el alto predominio de ceguera nocturna en niños de países en vías de desarrollo como la India y Bangladesh. Sommer descubrió que la ceguera nocturna disminuyó una tercera parte en los niños a quienes se les administró vitamina A. Entre las fuentes ricas en esta vitamina figuran: aceite de hígado de bacalao, hígado, zanahorias, batatas y calabaza. (Nota: si bien los suplementos de vitamina A pueden ser beneficiosos, también pueden ser tóxicos si se consumen en dosis extremadamente altas. Todo en su mesura. No se trata ahora de atiborrarse de una determinada vitamina sino de llevar una alimentación equilibrada y constante.)
Por su parte, las vitaminas E y C retardan el progreso de las cataratas. Entre las fuentes de vitamina E figuran: semillas de girasol, almendras, nueces de nogal, avellanas, pistachos, aguacates, cacahuetes y productos con nueces como aceites y mantequillas; huevos (un huevo proporciona aproximadamente el 6 por ciento de las cantidades diarias recomendadas de vitamina E), verduras, tomates, espárragos y batatas. Asimismo, las fuentes ricas en vitamina C son: frutas como guayaba, naranjas, pomelos, melones, uvas y jugos de frutas; y vegetales como pimientos, repollos, papas, brócoli, cebollas, tomates y calabazas; y las carnes como hígado y vísceras; además de algunos mariscos y pescados.