Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

domingo, julio 25, 2010

¿Sudas demasiado?

Se habla de sudor física o sudor emocional según cuál sea la causa que provoca el sudor: elevadas temperaturas o ante situaciones que provoquen ansiedad o estrés.
Una mancha de sudor en las axilas es algo que nadie quiere mostrar a los demás ya sea en una cita o en una entrevista de trabajo, pero combatirlo puede resultar sumamente difícil sobre todo en época estival o cuando, en la vorágine del día a día, nos enfrentamos a situaciones que continuamente nos provocan ansiedad, miedo o estrés. Por este motivo, elegir bien nuestro desodorante no es cuestión baladí.
La transpiración es un mecanismo fisiológico gracias al cual los seres humanos regulamos nuestra temperatura corporal. Cuando ésta sube, las glándulas se estimulan provocando la transpiración que al evaporarse de la superficie de la piel, la refresca reequilibrando la temperatura. Pero la transpiración no solamente entra en funcionamiento por el calor o el ejercicio físico sino también por situaciones que causan vergüenza, tensión o miedo. Curiosamente, el sudor emocional puede llegar a ser hasta cinco veces superior en cantidad que el sudor físico y encima tiene un olor más intenso. Y es que aunque por sí mismo el sudor es inodoro, cuando interactúa con la flora bacteriana produce su característico mal olor.
A la hora de elegir nuestro desodorante o antitranspirante es importante tener en cuenta que existen dos categorías de productos para combatir el sudor: los desodorantes que neutralizan el olor y los antitranspirantes que regulan el olor y la humedad.
Los desodorantes combinan una acción reductora de las bacterias con fragancias que neutralizan el olor para ofrecer una protección eficaz contra el mal olor. Los antitranspirantes actúan directamente sobre la causa del problema, la transpiración, ejerciendo una acción reguladora que limita tanto el olor como la humedad. La sustancia activa de su formulación se disuelve al entrar en contacto con el sudor y la humedad, y forma un gel que regula la cantidad de sudor que segregamos. El desodorante ideal, pues, es el que combina tanto fragancias como ingredientes antitranspirantes. Eso sí, no existe desodorante que sea eficaz sobe una piel que previamente no esté limpia.
Hay ocasiones en las que el desodorante no es suficiente para frenar la sudoración. Hablamos de aquellas personas que sufren de hiperhidrosis o exceso de sudoración en las palmas de las manos, los pies y en las axilas. De origen emocional (aunque también hay un componente genético) llega a alterar el equilibrio emocional y provoca graves problemas psicológicos. Es pues, éste, un problema que no está ligado a las altas temperaturas, sino que ocurre durante todo el año. Se trata de un problema que afecta más a hombres que a mujeres y que preocupa sobre todo a los adolescentes.
El tratamiento estrella de la hiperhidrosis es la toxina botulímica que, aplicada de forma intradérmica y muy superficial, no requiere normalmente de anestesia excepto en las manos. Sus efectos duran medio año aproximadamente en las manos y nueve meses en las axilas. Se infiltra botox en diferentes puntos subcutáneamente: axilas, palmas de las manos, planta de los pies. El procedimiento se realiza con la aplicación previa de anestesia local tópica y una vez finalizado el tratamiento el paciente puede continuar su actividad diaria normal advirtiéndole que empezará a notar una disminución de la sudoración entre el cuarto y séptimo día.



viernes, julio 02, 2010

Dermatitis atópica (consejos)

Ante esta patología crónica de la piel actuar de la siguiente manera:
-Evite el rascado de las lesiones. En los niños pequeños, es aconsejable cortarles las uñas.
-Evite factores que puedan desencadenar un brote de dermatitis atópica, como temperatura excesiva, humedad escasa o contacto con ciertos tejidos, como la lana o la seda.
-Aisle las lesiones dérmicas con ropa o guantes ligeros, que no aprieten y permitan la transpiración. El algodón sería uno de los tejidos más adecuados.
-Exponer las zonas dañadas al sol podría resultar beneficiosa siempre y cuando el paciente no esté siendo tratado con antihistamínicos orales o tópicos.
-Los tratamientos con medicamentos no sustituyen la necesidad de un adecuado cuidado de la piel.
-No se considera necesario evitar el consumo de determinados alimentos, si bien algunos de ellos, como las fresas, marisco o las bebidas estimulantes podrían favorecer el prurito. Solamente se evitarán estos alimentos si se comprueba que su consumo empeora los síntomas.
-Bañarse con agua templada, durante unos veinte minutos. La adición de sustancias emolientes (como la avena) al agua del baño podría mejorar el estado de la piel.
-Aconsejable el empleo de un jabón de pH ligeramente ácido, y sin agentes irritantes.
-Tras el baño, secar la piel sin frotar, con la ayuda de una toalla suave, y nos aplicaremos una crema emoliente.
-Fármacos como los corticoides y los inmunosupresores se han mostrado eficaces para eliminar los síntomas de las crisis. Pero hay que seguir las recomendaciones del médico y/o del farmacéutico para que se usen con las mayores garantías de seguridad posibles, especialmente en cuanto a la dosis.