Porque más vale prevenir que curar, háztelo mirar.

domingo, julio 10, 2011

En verano no te deshidrates

El sopor del verano puede dar lugar a un incremento de los ingresos hospitalarios como consecuencia de los golpes de calor y las deshidrataciones, situaciones propias de esta época. De ahí la importancia de concienciar a la población del valor de ingerir suficiente líquido y tomar ciertas precauciones ante la intensa canícula.
Durante los meses de verano la exposición a temperaturas ambientales elevadas puede provocar pérdida de agua y electrolitos en el organismo, dolor de cabeza, mareos, vómitos, fatiga, etc. Pero no solamente el calor aumenta las probabilidades de deshidratación. En este periodo también se producen múltiples factores de riesgo: las gastroenteritis, las diarreas, los viajes largos en automóvil o en avión o el uso excesivo del aire acondicionado, que reseca el ambiente, entre otras cosas, son causas frecuentes de deshidratación, aunque pocas veces tenidas en consideración.
El 70 por ciento de las personas bebe menos de dos litros de líquido al día y, de hecho, casi un 40 por ciento cree que beber más de tres litros es malo, lo que sumado al 36 por ciento que solamente bebe cuando tiene sed, arroja unos datos significativos de falta de concienciación respecto a la importancia de la hidratación. Así, no estamos suficientemente informados del peligro que conllevan determinadas conductas en estas fechas, como por ejemplo, beber sólo cuando se tiene sed, una exposición prolongada al sol o realizar ejercicio físico intenso en las horas centrales del día.
Ante una época como el verano (con calor, humedad, práctica de actividad física, etc.) en que es necesario aumentar la ingesta de líquidos, el 60 por ciento declara que le resulta difícil beber lo necesario. Además, se detectan otra serie de conductas que aumentan la posibilidad de que no se mantenga una correcta hidratación, como es el que un 12 por ciento reconoce pasar largos periodos en la playa sin beber y un 34 por ciento cree que no pasa nada por no beber de manera frecuente. Teniendo en cuenta todo lo anterior, no es de extrañar que 1 de cada 10 afirme haber sufrido deshidrataciones, el 60 por ciento de ellas en verano.
Además, un escaso porcentaje de ciudadanos sabe qué pautas adoptar para mantener una correcta hidratación y ante situaciones de riesgo como las que se dan en verano (calor extremo, escasa humedad, aglomeraciones en fiestas o conciertos, etc.) solamente la mitad toma medidas especiales.
Las personas más sensibles a la deshidratación: enfermos, ancianos, niños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, entre otras.
Conscientes de que, en muchas ocasiones, la población tiene dificultades para llegar a tomar las cantidades de líquido recomendadas, hacer especial énfasis en el hecho de que el sabor de las diferentes bebidas disponibles ayuda a hidratarse. Y es que, además del agua, el consumo de infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc. hace más fácil y divertido hidratarse.
Diversos estudios demuestran que incluir diversidad de bebidas incrementa en un 50 por ciento la ingesta de líquidos y favorece la hidratación. El sabor de las diferentes bebidas facilita beber lo necesario, así lo demuestra el hecho de que el 90 por ciento de la población reconozca que consumir distintos líquidos y con buen sabor les ayuda a hidratarse. Por ello, se recuerda que...
-Beber de dos a tres litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades.
-Si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables, conviene aumentar estas cantidades y vigilar las pérdidas excesivas de líquido a través del sudor.
-Llevar siempre a mano una botella de bebida que nos recuerde la necesidad de beber.
-No confiar únicamente en la sensación de sed ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación.
-Beber variedad de bebidas: agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc. El sabor de las bebidas ayuda a beber lo necesario.
-Ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).
-Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, tienen efecto diurético y deshidratan.
-En épocas de calor intenso, además de aumentar el consumo de líquidos, mantenerse en un ambiente fresco y ventilado.
-Vigilar la adecuada ingesta de líquido de los más vulnerables a la deshidratación (ancianos, deportistas, trabajadores al aire libre, etc.)
-En caso de duda sobre cómo hidratarse adecuadamente, consultar a los especialistas de la salud (médicos, enfermeros o farmacéuticos).
Verdades y mentiras sobre la hidratación
"Sólo me puedo hidratar con agua". ¡FALSO! Las infusiones, los zumos o los refrescos son también una buena fuente de hidratación. Las bebidas refrescantes, por ejemplo, contienen más de un 99 por ciento de agua. Además de las bebidas, algunos alimentos como las frutas o las verduras tienen un alto contenido en agua.
"Es más fácil beber si las bebidas tienen sabor". ¡VERDADERO! Las bebidas con sabor facilitan la hidratación, ya que hacen más sencillo y apetecible beber. Según un estudio, tomar bebidas con sabor incrementa en un 32 por ciento la ingesta de líquido.
"Beber más de 2 litros al día es malo". ¡FALSO! Si bebemos más líquido del que el cuerpo necesita, el riñón elimina a través de la orina aquello que le sobra. De esta forma, los expertos recomiendan ingerir entre 2 y 2,5 litros al día, adaptando esta cantidad a las necesidades de cada persona en función del sexo, la edad o el nivel de actividad física que realice.
"Tomar distintas bebidas ayuda a beber lo necesario". ¡VERDADERO! Variar las bebidas que se toman a lo largo del día hace más divertido hidratarse. Las infusiones, los zumos o los refrescos son una buena fuente de hidratación. Estudios demuestran que el consumo de líquidos es un 50 por ciento mayor cuando se dispone de diversidad de bebidas.
"Las bebidas con cafeína no contribuyen a la hidratación". ¡FALSO! La cafeína es un alcaloide presente de manera natural en diversas plantas que forma parte de algunas bebidas como el café, el té o los refrescos de cola. Estas bebidas tienen una gran capacidad hidratante porque están compuestas en más de un 90 por ciento de agua.
"Es más fácil beber lo necesario si se toman pequeñas cantidades durante todo el día". ¡VERDADERO! Beber pequeñas cantidades a lo largo de todo el día puede ayudar a beber lo necesario. Igualmente, llevar a mano una botella de nuestra bebida favorita recuerda la necesidad de beber y facilita hacerlo poco a poco.
"Las bebidas con azúcares no hidratan". ¡FALSO! Existen muchos alimentos y bebidas con alto contenido hídrico que además tienen azúcares y que contribuyen a una buena hidratación como las frutas, los zumos o los refrescos. Además, tienen un valor añadido ya que aportan energía, esencial en una época como el verano en la que el nivel de actividad se incrementa.